En viernes santo, familiares de fallecidos que descansan en el cementerio Virgen de los Remedios, visitaron el campo santo para recordar y sobre todo para reflexionar sobre lo que pasaron. El Viernes Santo es el día de mayor sobrecogimiento de la Semana Santa, dado que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesucristo. Se conmemora este acontecimiento con gran devoción y con tradiciones que identifican a sus poblaciones.
Máximo Llacsahuanca, padre de familia quien llegó para limpiar su sepultura de su hija, dijo que no puede descansar en paz tras un accidente trágico, porque las autoridades no le hicieron justicia luego que murió por culpa de un imprudente al volante. Pero deja en la justicia divina para que su hija pueda descansar en paz. Dijo que en vida debemos de estimarnos, querernos y respetarnos, porque cuando estamos muertos, no sentimos nada.
Luis Ramírez Urquía, aprovechó en viernes santo para visitar a su padre que crió a sus 6 hijos luego que su mamá falleciera a los 29 años. El mismo, descansa en paz en el cementerio del distrito bandino, lo recordó como un padre trabajador que sacó adelante a sus hijos.
Exhortó a las personas que tienen a sus difuntos en el cementerio, acercarse para visitarlos y no olvidarse de ellos ya que cuando estaban en vida les dio mucho amor. Siente que los nichos del cementerio se encuentra abandonados por sus familiares.
