Claudia Barboza Vásquez, pobladora que vive a espaldas de la fábrica de postes en el centro poblado Las Palmas, alzó su voz de protesta contra la empresa por la persistente contaminación que genera con la emisión de olores tóxicos. Dijo que cada vez que se retira el supervisor de la OEFA, ellos se ponen a trabajar, no les interesa enfermar a los moradores cercanos.
Barboza, se encuentra indignada por que la empresa sigue operando desde las 06:00 de la mañana, lo que más le molesta es que las autoridades brillan por su ausencia. Refirió que son varios meses que se ven perjudicados. «Tengo que salir de mi casa para estar bien«, agregó.