Antony Sánchez Torres, es el nombre de un joven deportista que despareció el domingo por la tarde en las aguas del río Mayo. El lamentable hecho sucedió cerca de la localidad de Shanao en la provincia de Lamas hasta donde llegó para celebrar el Día del Padre y pescar, se dirigió al río, pero no salió más.
De inmediato, sus amigos, apoyados por pobladores de la zona, se organizaron en cuadrillas para apoyar en la búsqueda. La misma tuvo que suspenderse por la oscuridad de la noche, la familia de Antony decidió velar sus prendas en su casa ubicada en el Jr. Tiwinsa cuadra uno parte baja de Tarapoto.
Este lunes, tan rápido amaneció, retomaron las acciones de búsqueda. Como parte de la tradición, soltaron en el río un pate con una vela en su interior, el mismo, tenía que dirigirles donde se encontraba el cuerpo.
En menos de 24 horas de su desaparición, el cuerpo de Antony, fue encontrado a 10 metros del lugar donde desapareció. Hasta el lugar, llegó personal de la brigada de rescate de la Unidad de Emergencia Tarapoto y la comisaría de Tabalosos que se sumaron a las actividades para retirar el cadáver, para lo cual, pobladores de la zona cortaron sogas de los árboles para facilitar su traslado a la orilla. Según las personas que lo encontraron, tenía una tarrafa atada en la cintura, la misma que siempre utilizaba para pescar.
Ante el malestar de sus familiares y amigos, el cuerpo fue colocado sobre la tolva del vehículo policial en espera del fiscal de turno de la provincia de Lamas. Cuando el representante del Ministerio Público llegó a la zona, no conocía donde estaba el cuerpo, lo que provocó incomodidad en los parientes del fallecido que exigieron que sea llevado lo más rápido posible a la morgue del distrito de Morales.
Judy Torres Soria, prima hermana del fallecido, dijo que Antony le invitó a bañarse junto a otros amigos en la quebrada de Chumbaquiwi y luego a pescar en el río Mayo. Así lo hicieron, el joven deportista y otra persona, ingresaron al río con sus respectivas tarrafas, pero su primo levantó la mano y luego se hundió.
Refirió que no era la primera vez que su primo llegaba al río Mayo para pescar, le encantaba porque conocía la ruta, pero el domingo se le ocurrió amarrar la tarrafa en su cintura.
