La bocatoma Santa Rosa, vital para el riego de más de 400 hectáreas de arroz, sufrió severos daños tras ser inundada el pasado sábado por la creciente de la quebrada Shupishiña, en el distrito de Cacatachi.
Durante una inspección en el lugar, dirigentes agrarios y funcionarios de la Dirección Regional de Agricultura de San Martín (Drasam) constataron que el muro de contención que protegía la bocatoma fue completamente destruido, poniendo en riesgo el suministro de agua para los agricultores.
Fernando Rengifo García, presidente de la Junta de Usuarios Misquiyacu Bajo Mayo, advirtió que la falta de una pronta intervención afectará gravemente la producción arrocera de la zona. «Esta quebrada abastece a cientos de hectáreas de cultivo, por lo que es urgente que las autoridades actúen con rapidez«, enfatizó.
Asimismo, Rengifo García recordó que existe un proyecto de Inversión de Optimización, Ampliación Marginal, Rehabilitación y Reposición, destinado a la construcción de nuevos muros de contención para evitar futuros colapsos. Sin embargo, hasta el momento no se ha asignado el presupuesto necesario para su ejecución.
Por su parte, Kramer Linares Cisneros, representante de la Dirección Regional de Agricultura de San Martín informó que tras la inspección se elevará un informe al Gobierno Regional de San Martín para solicitar la agilización del financiamiento y dar inicio a la mejora de esta fuente de captación de agua.
Mientras se espera una respuesta del Goresam, los agricultores de Cacatachi enfrentan la incertidumbre de perder sus cosechas si el problema no es atendido a tiempo. La reconstrucción del muro de contención no sólo garantizaría el acceso al agua, sino que también evitaría futuros desbordes que podrían agravar la situación del sector agrícola en la región.
