Las vendedoras de flores que durante años trabajan en la parte exterior del cementerio de Tarapoto han expresado su malestar ante la decisión de la Sociedad de Beneficencia de reubicarlas. La institución, indicó que adoptará temporalmente dicha media debido al cierre de los accesos del Jr. Orellana el próximo 01 de noviembre. La decisión ha generado incomodidad y preocupación entre las trabajadoras.
Antonieta Pérez Caballero, manifestó que tanto ella como sus compañeras se oponen a la reubicación, argumentó que han trabajado en la misma zona durante muchos años. «No es justo que nos quieran reubicar dentro del cementerio cuando siempre ha habido espacio suficiente y la congestión ha sido controlada«, señaló. Destacó que el 01 de noviembre tienen mayor demanda para la venta de flores, y considera que la reubicación podría afectar negativamente sus ventas.
Nelly Jesús Ruiz, otra vendedora, comentó que ha sido una de las primeras en trabajar en el lugar, ganándose un espacio y la fidelidad de sus clientes en fechas especiales. Añadió que durante el Día de los Santos, más personas se suman a la venta de flores, lo que incrementa la competencia y la necesidad de permanecer en sus actuales puestos. Las vendedoras temen que si deciden no acatar la reubicación, podrían ser desalojadas por personal de la MPSM y agentes de Serenazgo, siguiendo las disposiciones de la Beneficencia de Tarapoto.
