Casi 60 viviendas quedaron sin techo debido a un fuerte ventarrón acompañado de lluvia que azotó, la tarde de ayer el centro poblado San Miguel del Río Mayo. Las familias más afectadas fueron las que residen en la margen izquierda de la quebrada Cachiyacu, donde las ráfagas destruyeron varias casas en tan sólo 10 minutos.
La vivienda de Wilfredo Pinedo Fasabi, modesto agricultor, terminó seriamente dañada y él con algunas heridas en la cabeza tras caerle un listón de madera. Asegura que el impacto lo dejó inconsciente y cuando recuperó el sentido no recordaba lo ocurrido. El violento viento no sólo destechó viviendas, sino que también arrasó con sembríos y derribó árboles, incluido un robusto tronco de palta. Los pobladores señalan que el último fenómeno de esta magnitud ocurrió hace 13 años.
Por su parte, Lucía Pinedo Shupingahua, otra de las damnificadas, relató que sus pertenencias terminaron aplastadas cuando su vivienda colapsó. La comunidad afectada solicita la solidaridad de las personas, ya que la respuesta oficial ha sido insuficiente.